Esta mañana, en un cerro rocoso me ha parecido ver algo que se movía. He mirado con la cámara y he visto unas orejas despuntando sobre una piedra, las orejas de un zorro. Poco después, ha aparecido su faz, y luego ya su cuerpo en pie y sentado. Miraba fijamente hacia abajo, como si algo buscara.
Al rato, ha emitido algunos gañidos (ladrido del zorro), y corriendo ha aparecido su hermano desde unas rocas cercanas, y junto a él, se han asomado a la atalaya mirando con atención entre sonidos de gañidos. Era claro que algo les estaba llamando intensamente su atención.
Miro yo también hacia la misma dirección, y puedo ver entre las hierbas, otro zorro, que me pareció adulto, corretear por la ladera.
Dejo de seguirlo, pues se pierde entre las hierbas y matorrales, y me vuelvo a centrar con los dos jóvenes zorros que siguen asomándose en la atalaya mirando fijamente hacia donde había pasado el zorro adulto,
De pronto, veo bajar la ladera al zorro adulto, (supongo que la madre de los dos que la están desde lo alto del cerro). Viene hacia mí con una gran presa en la boca (puede que sea una rata topera Arvicola scherman ); sigue bajando hasta el camino en el que estoy de pie fotografiando, se planta justo delante de mi, y baja al camino, para cruzar a la otra parte tan solo a un par de metros cerca mí, con la presa en la boca.
Visto que la comida se alejaba, uno de los cachorros se retiro hacia las rocas, y su hermano, se durmió acostado sobre las hierbas.
A continuación, un pequeño reportaje fotográfico del episodio vivido que les acabo de relatar:
*(todas las fotos pertenecen al titular de este blog, P. Arbona. Está prohibido el uso de cualquiera de las imágenes que se muestran en el blog. Para contactar conmigo, pueden escribir en el apartado de comentarios habilitado en cada entrada del blog
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